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La ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA es aquella diferente a la LECHE MATERNA o de fórmula de se debe empezar en el bebé después de los 6 (seis) meses. Además de hacer partícipe al niño en este proceso, desde luego acorde con su edad y neurodesarrollo, y de algunas estrategias resumidas en una NOTA sobre NUTRICIÓN publicada en mi web, es MUY importante saber qué alimentos no conviene que tomen los niños en esta etapa de su vida, algo que te permitirá estar más tranquilo(a) cuando les ofrezcamos comida y, al mismo tiempo, cuidar mejor su salud.

1. SAL adicional, pues ya la tienen los alimentos. Tampoco cubitos de caldo o salsas, ya que a menudo contienen mucha sal. Acuérdate de esto si le vas a dar algunos alimentos que cocinas para la familia. 

Hay estudios, como el que publicaron en junio de 2006 Heird y colaboradores, que apuntan que los bebés de entre 6 y 11 meses superan las recomendaciones de ingesta de sal en un 33%.

No conviene que los bebés tomen mucha sal, debido a que no es buena para sus riñones, por lo que se aconseja no incluirla en la dieta de los menores de un año. A partir del año se puede incluir, en pequeñas cantidades, y mejor si es “yodada“.

2. AZÚCAR. La que necesitan viene con los alimentos. Los bebés no necesitan azúcar adicional, esto es TOTALMENTE CLARO para todos los pediatras en el mundo.

Ademas, evitar los alimentos azucarados (y, sobre todo, las bebidas azucaradas) ayudará a prevenir la caries dental, entre otras enfermedades dentales

3. MIEL. La miel tiene un contenido de azúcar muy similar al del azúcar blanco. Además puede contener bacterias (C. Botulinum) especialmente dañino en bebés pues puede producir una enfermedad muy grave, llamada BOTULISMO.

¿Pero la miel en los bebés no tienen “propiedades medicinales”? No hay ninguna prueba científica seria que sustente los múltiples beneficios que se suelen atribuir a la miel.

NUECES Y FRUTOS SECOS ENTEROS. Pueden causar ahogamiento en bebés e ncluso también en mayorcitos. 

Pese a que los frutos secos son muy saludables, si se dan enteros pueden causar ahogamiento en bebés o niños pequeños, por lo cual incluso no se aconseja a los menores de cinco años. Hay otras entidades que sitúan la franja de edad en la que pueden incluirse los frutos secos enteros a partir de los tres, pero todas coinciden en que cuando se ofrezcan estos alimentos, debe ser siempre bajo la vigilancia de un adulto. Conviene visitar esta página web, en la que el portal MedlinePlus explica de forma detallada cómo actuar cuando un menor de un año se ahoga con un alimento o con un objeto.

5. LECHE ENTERA y menos “leche” de almendra. Antes de al año idealmente LECHE MATERNA que debe acompañar a la ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA o fórmulas infantiles Nº2, si es indispensable.

La leche entera NO es recomendable antes del año, pues tiene poco contenido en hierro y un alto nivel de grasas saturadas de baja calidad que puede traer problemas de colesterol elevado. Luego del año sí se puede dar, pero recuerde que debe predominar el resto de la alimentación: frutas, verduras, cereales y proteínas, para ofrecer una alimentación balanceada y saludable.

¿Y la leche de almendras no es muy saludable? Antes que todo, no es leche, ES UNA BEBIDA que se obtiene a partir de la molienda de almendras secas, peladas a lo que luego se le añade agua. Habitualmente las comerciales tienen mucha azúcar para cambiarle el sabor y no ofrece un bien aporte nutricional. NO es recomendable como sustituto de la leche para un óptimo desarrollo y crecimiento del niño.

6. JUGOS. Sí a las frutas, los jugos tienen más azúcar, llenan más y no contienen una buena cantidad de fibra.

Los niños menores de 1 año de edad no deberían consumir jugos de fruta, y los que tienen entre 1 y 3 años deberían hacerlo con mucha moderación, según la nueva recomendación de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP por sus siglas en inglés). Me refiero a jugos (100%) no a las cajitas que son refrescos no saudables.

Los expertos temen que el consumo de jugo pueda reemplazar a otros alimentos que los bebés necesitan más, como la leche materna o de fórmula, que son ricas en proteínas, grasa y minerales, como el calcio.

7. EMBUTIDOS y los llamados CÁRNICOS CRUDOS, que pueden generar toxiinfecciones graves en bebés

8. Espinacas, acelgas, HORTALIZAS DE HOJA VERDE. Los nitratos, que se encuentran de manera natural en los vegetales se convierten en nitritos en nuestro organismo y pueden originar metahemoglobinemia y falta de oxígeno.

Sobre esta cuestión profundiza el artículo ‘Espinacas, acelgas y borrajas: ¿por qué limitar su consumo en bebés?‘, publicado en EROSKI CONSUMER en mayo de 2013.

9. ALIMENTOS PROCESADOS. Cereales de caja, bebidas de cajita.

El estudio realizado en varios países por la Organización Mundial de Salud (OMS), en el cual entre noviembre de 2017 y enero de 2018 analizaron casi 8.000 productos alimenticios y bebidas para niños pequeño, ha determinado que cerca de un tercio de estos contenía azúcar agregada u otros edulcorantes.

«Aproximadamente, en la mitad de los productos examinados, más de un 30% de las calorías venían de los azúcares totales y cerca de un tercio de dichos productos examinados contenían azúcar agregada u otros edulcorantes», detalla el informe, que determina que entre el 28% Y y el 60% de los alimentos fueron etiquetados como adecuados para menores de 6 meses de edad, cuando NO lo son.

10. ALIMENTOS SUPERFLUOS. Paquetes, dulces, tortas, galletas comunes, gelatinas etc. no son alimentos para bebés. Por desgracia, los niños de todo el mundo cada vez los toman más a menudo. De hecho, se suele pensar que las galletas María es un alimento recomendable para los bebés, cuando no es así.

Esa es la manera más a la mano,… ¡de HACERLE DAÑO A TU HIJO!

¿Qué mas se te ocurre? ?¿Tienes algunas otra duda? No te olvides de dejar al final, luego de leer, tus comentarios.

Con notas tomadas de www.consumer.es